El transporte en América del Sur varía según el país y la región. Los autobuses de larga distancia son económicos y conectan ciudades principales con servicios que van desde básicos hasta cama ejecutiva con wifi. En países como Argentina, Chile y Brasil, existen redes de autobuses modernas y confiables. Para distancias largas, aerolíneas low-cost como JetSmart, Sky Airline y Viva Air ofrecen vuelos internos a precios competitivos si reservas con anticipación. En ciudades grandes, sistemas de metro funcionan en Buenos Aires, Santiago, Lima, Medellín y Río de Janeiro. Los taxis y aplicaciones como Uber, Cabify o DiDi están disponibles en centros urbanos, siendo más seguros que taxis de calle. Para zonas rurales o destinos remotos como la Patagonia o el Amazonas, considera tours organizados o alquiler de vehículos. En Perú y Bolivia, los colectivos compartidos son comunes para rutas cortas. Siempre verifica horarios y compra boletos con anticipación durante temporada alta, especialmente para rutas turísticas populares como Cusco-Machu Picchu.

América del Sur ofrece alojamiento para cada tipo de viajero. Los hostales son abundantes en ciudades turísticas, con dormitorios compartidos desde 8-15 USD por noche y habitaciones privadas desde 20-35 USD. Plataformas como Hostelworld y Booking.com facilitan reservas anticipadas. Para presupuestos medios, hoteles boutique y apartamentos en Airbnb ofrecen buena relación calidad-precio, especialmente si viajas en grupo. En destinos como Buenos Aires, Lima o Cartagena, los barrios seguros y céntricos incluyen Palermo, Miraflores y Getsemaní respectivamente. Para experiencias únicas, considera estancias en haciendas coloniales en Ecuador, lodges en el Amazonas o estancias en la Patagonia. Durante festivales o temporada alta, reserva con meses de anticipación. Muchos alojamientos incluyen desayuno, lo que reduce gastos diarios. Verifica políticas de cancelación y lee reseñas recientes. En zonas rurales o pueblos pequeños, las opciones pueden ser limitadas, así que planifica con tiempo.

La seguridad varía considerablemente entre países y ciudades sudamericanas. En general, evita mostrar objetos de valor, usa bolsos cruzados al frente y mantén copias digitales de documentos importantes. En ciudades grandes como Bogotá, Lima o Río de Janeiro, evita caminar solo de noche en barrios desconocidos y usa taxis oficiales o apps de transporte. Estafas comunes incluyen taxis no oficiales que cobran tarifas infladas, falsos policías que piden revisar tu dinero, y distracciones en cajeros automáticos para robar tarjetas. Nunca aceptes ayuda de extraños en cajeros y retira efectivo solo en bancos o centros comerciales durante el día. En mercados y transporte público, cuida tus pertenencias de carteristas. El timo del billete manchado es común en Argentina y Chile: alguien mancha tu ropa y mientras te ayudan a limpiar, un cómplice roba tus cosas. En zonas turísticas, verifica precios antes de comprar y negocia en mercados. Contrata tours con empresas establecidas y evita ofertas demasiado baratas. Mantente informado sobre situaciones locales y sigue consejos de tu alojamiento.

América del Sur es culturalmente diversa pero comparte ciertas costumbres. Los saludos incluyen besos en la mejilla, incluso entre personas que se conocen por primera vez, especialmente en Argentina, Chile y Uruguay. La puntualidad es flexible en contextos sociales pero se espera en situaciones formales. En restaurantes, el servicio puede ser más lento que en Norteamérica, reflejando un ritmo de vida más relajado. Las propinas son esperadas: 10% en restaurantes es estándar, aunque en algunos países ya está incluida en la cuenta. Aprende frases básicas en español o portugués, los locales aprecian el esfuerzo. En países andinos como Perú, Bolivia y Ecuador, masticar hojas de coca es tradicional para el mal de altura y no tiene connotación negativa. Respeta sitios sagrados indígenas y pide permiso antes de fotografiar personas, especialmente en comunidades rurales. La vestimenta es generalmente casual, pero en iglesias y sitios religiosos cubre hombros y rodillas. En Brasil, la cultura de playa es relajada y las tangas son normales. Evita temas políticos sensibles y muestra respeto por la diversidad cultural del continente.

Encontrar vuelos económicos a América del Sur requiere flexibilidad y planificación. Usa comparadores como TICKETS.CR para revisar precios de múltiples aerolíneas simultáneamente. Los vuelos más baratos desde Costa Rica suelen tener escalas en Panamá, Bogotá o Lima. Aerolíneas como Copa Airlines, Avianca y LATAM ofrecen conexiones frecuentes. Reserva con 2-3 meses de anticipación para mejores tarifas, aunque ofertas de última hora aparecen ocasionalmente. Temporada baja (abril-mayo y septiembre-noviembre) ofrece precios más bajos y menos turistas. Considera volar a ciudades hub como Lima, Bogotá o Buenos Aires y luego tomar vuelos regionales económicos con aerolíneas low-cost. Los martes y miércoles suelen tener tarifas más bajas que fines de semana. Suscríbete a alertas de precios y newsletters de aerolíneas para ofertas flash. Si tu destino final es flexible, compara costos entre diferentes ciudades de entrada. Vuelos nocturnos o con escalas largas son más baratos pero considera el costo de tiempo y comodidad. Acumula millas con programas de viajero frecuente para descuentos futuros.

La cocina sudamericana es extraordinariamente variada y accesible. En Perú, prueba ceviche fresco, lomo saltado y anticuchos en mercados locales donde comerás auténtico a precios bajos. Argentina es famosa por sus parrillas: un bife de chorizo en una parrilla de barrio cuesta menos que en zonas turísticas. En Brasil, experimenta feijoada los sábados, açaí en las playas y churrascarias rodizio con carne ilimitada. Colombia ofrece arepas, bandeja paisa y ajiaco, platos contundentes y económicos. Ecuador destaca por su ceviche de camarón, encebollado y hornado. Los mercados municipales son ideales para comida barata y auténtica: Mercado Central en Santiago, Mercado de San Miguel en Lima, o Feria de Mataderos en Buenos Aires. Las panaderías locales venden empanadas, pasteles y sándwiches perfectos para desayunos rápidos. Evita restaurantes en zonas turísticas principales donde los precios se duplican. Pregunta a locales por sus lugares favoritos. Prueba frutas tropicales únicas como lúcuma, chirimoya o maracuyá en jugos frescos. El agua del grifo no siempre es potable, compra agua embotellada o usa filtros portátiles.

Planificar un itinerario en América del Sur requiere considerar las enormes distancias del continente. Para viajes de 2-3 semanas, enfócate en 2-3 países vecinos en lugar de intentar abarcar todo. Un circuito popular incluye Perú (Lima, Cusco, Machu Picchu) y Bolivia (La Paz, Salar de Uyuni) en 14 días. Otra opción es Argentina y Chile: Buenos Aires, Mendoza, cruzar a Santiago y Valparaíso. Considera la geografía: viajar de norte a sur en un solo país es más eficiente que saltar entre países distantes. Reserva tours populares con anticipación, especialmente Machu Picchu que requiere permisos con semanas de antelación. Deja días de descanso entre destinos para aclimatarte a cambios de altitud en zonas andinas. Usa vuelos internos para distancias largas y autobuses nocturnos para ahorrar en alojamiento. Verifica requisitos de visa entre países: ciudadanos de Costa Rica generalmente no necesitan visa para estancias turísticas cortas en la mayoría de países sudamericanos. Investiga festivales locales que pueden enriquecer tu experiencia pero también elevar precios y requerir reservas anticipadas. Descarga mapas offline y apps de traducción para áreas con internet limitado.

Empacar para América del Sur depende de tus destinos específicos debido a la diversidad climática. Para zonas andinas como Cusco, La Paz o Quito, lleva capas: camisetas, suéteres y chaqueta impermeable, ya que las temperaturas varían drásticamente entre día y noche. Zapatos cómodos para caminar son esenciales, preferiblemente botas de senderismo si planeas trekking. Para costas tropicales como Cartagena o Río de Janeiro, ropa ligera de algodón, traje de baño, sombrero y protector solar de alto factor. Un adaptador universal es necesario ya que los enchufes varían: tipo C en Argentina y Chile, tipo A en Colombia y Perú. Medicamentos personales deben ir en equipaje de mano con recetas, incluye pastillas para mal de altura si visitas zonas sobre 2,500 metros. Repelente de insectos con DEET es crucial para zonas amazónicas. Una botella de agua reutilizable con filtro te ahorrará dinero y reducirá plástico. Lleva efectivo en dólares para cambiar, ya que obtienen mejores tasas que tarjetas en muchos lugares. Una mochila pequeña antirrobo para excursiones diarias protege tus pertenencias. Copia digital de pasaporte, seguros y reservas en la nube te salvará si pierdes documentos físicos.